El Ministerio con la Fundación Migrantes para los pueblos Gitanos y Sinti

Sólo conociéndose se puede superar el miedo y el prejuicio

"El verdadero camino es el de la hermandad, manteniendo la puerta abierta. Y todos tenemos que trabajar juntos". Con estas palabras, Papa Francisco ha hablado, mano en la mano con los 500 gitanos y Sinti reunidos en Roma en una jornada promovida por la Fundación Migrantes de la Conferencia episcopal italiana.

Durante las oraciones de la mañana, en la Sala Regia en el Vaticano, el Santo Padre ha subrayado: "es cierto: hay ciudadanos de segunda clase, pero los verdaderos ciudadanos de segunda clase son los que descartan a la gente, los que viven con la escoba en las manos intentando barrer a los demás". Y luego añadía: "si vosotros me decís que se trata de un problema político, un problema social, que se trata de un problema cultural, un problema de lenguaje: estas son cosas secundarias. El problema es un problema de distancia entre la mente y el corazón. Es así: es un problema de distancia”.

El Papa ha animado entonces a los romaníes a no dejarse llevar por el rencor, sino a "avanzar con dignidad: la dignidad de la familia, la dignidad del trabajo, la dignidad que da el ganarse el pan de cada día. Esto es lo que te hace avanzar: la dignidad de la oración".

En la oración final, el Pontífice ha recordado al patrón de la población romaní, el Beato Zefirino Giménez Malla, un terciario franciscano que fue fusilado en 1936 por defender a un sacerdote y su Rosario.

Acompañando a los 500 gitanos y sinti estaban el vicario del Papa para la diócesis de Roma, el cadenal Angelo De Donatis, el presidente de la Comisión de Migraciones de Cei para la Migración y de la Fundación Migrantes, el obispo Guerino Di Tora, el obispo auxiliar de Roma y el secretario de la Comisión de Migraciones de Cei, Monseñor Paolo Lojudice, y el obispo de Avezzano, Monseñor Pietro Santoro. Representando al Ministerio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, participaba el Subsecretario Monseñor Segundo Tejado Muñoz.

Por la tarde, el grupo se trasladaba al Santuario del Amor Divino de Roma para disfrutar de un momento dedicado a la cultura, al arte y a la música, al que estaban invitados todos los ciudadanos romanos. La intención de la iniciativa, como se leía en el sitio web de la Fundación Migrantes, ha sido promover el encuentro entre los ciudadanos y los pueblos gitanos y sinti, con la certeza de que "sólo la reunión permite superar todo temor y derribará todas las paredes".

La Fundación recuerda de nuevo las palabras de Papa Francisco cuando se dirigió a las comunidades de migrantes  reunidas en Bolonia en octubre de 2017: “Muchos no os conocen y tienen miedo. Esto les hace sentirse con derecho a juzgar y ser capaces de hacerlo con dureza y frialdad, creyendo incluso de ver bien. Pero no es así. Uno puede sólo ver bien cuando se acerca como sólo se puede hacer con la misericordia".

09 mayo 2019