El Dicasterio promueve el desarrollo integral de la persona fomentando la recuperación de la capacidad de relación entre el hombre y la tierra. Esto permite despertar la dignidad de las personas y de los pueblos en función de las necesidades de maduración material y espiritual que cada uno de nosotros posee, mejorando al mismo tiempo las condiciones ambientales, sociales, culturales, religiosas en las que vivimos. Por lo tanto, el Dicasterio - en diálogo con los miembros de la Iglesia, de las organizaciones internacionales y de la sociedad civil, confrontándose con creyentes y no creyentes - propone actividades, proyectos e iniciativas de estudio y de reflexión, cuya finalidad es una mayor comprensión de la Laudato si’; del medio ambiente y de la ecología, ayudando a difundir una cultura de respeto al planeta y al ser humano; del derecho a la tierra; del desarrollo de la agricultura; de la correcta gestión de las fuentes energéticas, hídricas y del subsuelo; de las actividades mineras y de extracción; de los derechos de los pueblos indígenas.