En la obra de promoción del Desarrollo Humano Integral, el Dicasterio presta especial atención a las “periferias de la exstencia”, es decir a aquellas condiciones de existencia marcadas por la marginalidad, el abandono, el dolor, la privación, la pérdida de sentido y la esperanza. Los pobres, los enfermos, los marginados, los migrantes, los itinerantes, los circenses, los apátridas, los romaníes, los presos, las personas solas y quienes viven y trabajan en el mar o en la calle, son los destinatarios de iniciativas de asistencia, cuidado y promoción humana, social y espiritual.