El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI) fue instituido por el Papa Francisco con la Carta Apostólica del 17 de agosto de 2016, en forma de Motu Proprio, Humanam Progressionem.
A partir del 1 de enero de 2017, las competencias de los entonces Consejo Pontificio Justicia y Paz, del Consejo Pontificio Cor Unum, del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios, cesaron sus mandatos en esa fecha, y fueron transferidas al Dicasterio vaticano.
Por lo tanto, el DSDHI está llamado a expresar la preocupación de la Iglesia en los ámbitos de la justicia, la paz y el cuidado de la creación, así como todo lo relativo a la salud y las obras de caridad.
Durante un período de cinco años, las competencias en materia de migrantes, refugiados y víctimas de la trata de personas fueron confiadas a una Sección ad tempus puesta bajo la dirección del Sumo Pontífice, quien fue asistido por dos subsecretarios. A partir del 1 de enero de 2023, esta Sección pasó también a formar parte del Dicasterio.
En 2022, la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium del Papa Francisco ha llevado a término la obra de la reforma de la Curia romana iniciada por el propio Pontífice: una renovación de la Iglesia que acentúa su vocación misionera y favorece la vida de comunión, que le da "el rostro de la sinodalidad" (P.E., Pr., 4).
De acuerdo con la Praedicate Evangelium, el Dicasterio tiene "la tarea de promover la persona humana y la dignidad que Dios le ha dado, los derechos humanos, la salud, la justicia y la paz"; se interesa por "las cuestiones relacionadas con la economía y el trabajo, el cuidado de la creación y de la tierra como 'casa común', las migraciones y las emergencias humanitarias"; profundiza y difunde la doctrina social de la Iglesia sobre el desarrollo humano integral (P.E., Art. 163).
El Dicasterio también está llamado a servir "a las Iglesias particulares, a las Conferencias Episcopales, a sus Uniones regionales y continentales y a las Estructuras Jerárquicas Orientales", colaborando con ellas en el campo de la promoción humana integral. Con ello se quiere subrayar la centralidad de la vida de comunión, "que es para la misión y es ella misma misionera".
Además, el Dicasterio tiene la competencia en materia de Caritas Internationalis (CI) de acuerdo con sus Estatutos. La CI además mantiene una estrecha relación con la Pontificia Academia de Ciencias Sociales; colabora con la Secretaría de Estado también participando con las delegaciones de la Santa Sede en las reuniones intergubernamentales sobre materias de su competencia.
Asimismo, el Dicasterio también tiene competencia respecto a la Fundación Juan Pablo II para el Sahel y tiene encomendada la supervisión del Fondo Populorum Progressio para proyectos en América Latina.