Los visitantes al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral (DSDHI) pueden apreciar por sus pasillos una instalación de más de nueve metros de largo y casi tres de alto, titulada “El árbol de la dignidad humana”.
El objetivo de la obra es representar la continuidad entre el pasado y el presente. El DSDHI nació el 1 de enero de 2017 de la fusión de cuatro Consejos Pontificios: Cor Unum, Justicia y Paz, Migrantes e Itinerantes y Agentes Sanitarios de los cuales el Dicasterio actual heredó los diversos temas de competencia y su misión: promover la dignidad humana de todos los individuos, sin excluir a nadie, con especial atención a los más débiles, los últimos, los excluidos.
La obra de arte representa la imagen de un gran árbol. Cada Consejo Pontificio representa una de las raíces de las que nace y se desarrolla el Dicasterio. Las raíces son sólidas, y las ramas y hojas simbolizan el crecimiento hacia un futuro más digno.
En los troncos están inscritos los nombres de los distintos Prefectos que han guiado e inspirado la labor de los cuatro Consejos Pontificios, mientras que las hojas están representadas por paneles en los que se recogen algunos momentos e iniciativas principales de las distintas oficinas.
El fondo está formado por un empedrado con rostros de diferentes realidades, lugares y edades, que representan a la humanidad a la que el Dicasterio quiere servir y compone un sendero para representar una Iglesia en salida y en camino.
La obra está realizada casi en su totalidad en madera, tratada con sustancias ecológicas que garantizan su durabilidad a lo largo del tiempo. Los colores hacen referencia a la naturaleza y al mundo vegetal. La intención es reubicar la actividad de esta oficina en el planeta que habitamos y con el que estamos llamados a vivir en simbiosis.
La concepción y el diseño son obra de Kaleidon, mientras que la realización ha sido llevada a cabo por Mela-P.