"Unidos en la Dignidad"

Mensaje del Prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral para la 69ª Jornada Mundial de la Lepra, el 30 de enero

 

Mensaje de Su Eminencia Card. Michael Czerny, S.J.

 

A los Presidentes de las Conferencias Episcopales,

A los Obispos responsables de la Pastoral de la Salud,

A los religiosos y religiosas,

A los trabajadores sociales, sanitarios y pastorales,

A los voluntarios y a todas las personas de buena voluntad

 

"Unidos en la Dignidad"

 

La lepra (enfermedad de Hansen) es una enfermedad tropical desatendida, devastadora, aunque curable, que lleva varias décadas en declive. Desde que se introdujo la terapia multimedicamentosa en la década de 1980, los síntomas físicos de esta enfermedad se han vuelto manejables y han dado esperanzas para la eventual eliminación de la lepra en su totalidad. No obstante, "la incidencia mundial sigue siendo alta y los pacientes suelen tener complicaciones a largo plazo asociadas a la enfermedad"[1] Este último año se notificaron unos 127.000 nuevos casos, una cifra significativamente inferior a la del año anterior, aunque el descenso se debe probablemente a una menor detección y notificación durante la pandemia[2] Más allá de los desalentadores retos físicos asociados a la lepra, la desalentadora realidad del estigma sigue siendo un formidable obstáculo para la salud y la curación totales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que "se calcula que hay entre 3 y 4 millones de personas que viven con deficiencias o deformidades visibles debidas a la lepra. Dado que tanto la "etiqueta" de la lepra como la discapacidad que provoca dan lugar a la exclusión social en muchas comunidades, es probable que el número de personas que sufren el estigma relacionado con la lepra sea aún mayor"[3].

El lema del Día Mundial de la Lepra de este año es "Unidos en la Dignidad", y propone con confianza que todas las personas que padecen lepra tienen derecho a una vida digna libre de estigma y discriminación relacionados con la enfermedad. En muchos lugares del mundo en los que la lepra es frecuente, "las personas afectadas siguen viviendo como parias, lo que provoca innumerables problemas de salud mental y perpetúa un ciclo de mala salud. "Las personas con lepra a menudo soportan una doble carga; no sólo tienen que enfrentarse a la realidad física de la enfermedad, sino que "muchas personas con lepra experimentan ansiedad, depresión, angustia psicológica, aislamiento e ideas suicidas"[5] Una visión integral de la salud contempla tanto la dimensión corporal como la espiritual, abarcando la salud psicológica y el cuerpo físico. El estigma y la discriminación afectan a la persona en su totalidad, y requieren la respuesta completa de los individuos y de una comunidad integrada y compasiva.

En su carta encíclica, Fratelli Tutti, el Papa Francisco se refiere a la parábola de Jesús sobre el buen samaritano, en la que la víctima de un robo yace herida y vulnerable a un lado del camino. Pasa varias veces por delante de él sin recibir ninguna ayuda o asistencia. El Papa Francisco escribe: "No podemos ser indiferentes al sufrimiento; no podemos permitir que nadie pase por la vida como un paria. Por el contrario, debemos sentirnos indignados, desafiados a salir de nuestro cómodo aislamiento y a ser cambiados por nuestro contacto con el sufrimiento humano. Este es el sentido de la dignidad"[6] Estar unidos en la dignidad significa transformarse, ver las cosas de otra manera y actuar en consecuencia.

En nuestra atención a los enfermos de lepra nunca debemos dejar que el estigma y la discriminación nos dividan. Es nuestra común dignidad humana la que nos une como uno. Jesucristo nos enseña esta importante realidad con sus palabras, y aún más con su ejemplo. "A lo largo de su ministerio -indica el Papa Francisco- se encontró con muchos enfermos; asumió su sufrimiento; derribó los muros del estigma y de la marginación que impedían a tantos de ellos sentirse respetados y amados. Para Jesús, la enfermedad nunca es un obstáculo para el encuentro con las personas, sino todo lo contrario. Nos enseñó que la persona humana es siempre preciosa, siempre dotada de una dignidad que nada ni nadie puede borrar, ni siquiera la enfermedad"[7].

Los expertos coinciden en que "probablemente uno de los métodos más eficaces para reducir la estigmatización es el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado"[8] La pandemia de COVID-19 ha dificultado mucho este aspecto en muchos lugares del mundo, ya que ha complicado la atención sanitaria en general. Pero ninguna pandemia puede cambiar la dignidad de la persona humana ni su valor inviolable en la sociedad, pues cuando "se respeta la dignidad de la persona humana y se reconocen y garantizan sus derechos, prosperan la creatividad y la interdependencia, y la creatividad de la personalidad humana se libera a través de acciones que promueven el bien común"[9] Este será el resultado final de nuestra unión en la dignidad, la fecundidad de la creatividad que permite a las comunidades y a los individuos reconocer el valor de cada persona, especialmente de los que sufren enfermedades y discapacidades.

Responder con éxito al reto de la lepra está a nuestro alcance, ya que la medicina y la tecnología han proporcionado ayudas y curas que nunca antes estuvieron disponibles. La detección precoz y la terapia multimedicamentosa siguen aportando esperanza y curación a miles de personas. Lo que nos queda ahora es avanzar unidos en la dignidad, con la esperanza de que también veamos disminuir pronto el estigma y la discriminación. Que Nuestra Señora, Auxilio de los Enfermos, siga intercediendo por nosotros, para que reconozcamos en todas las personas esa dignidad y valor únicos que Dios ha confiado a la familia humana.

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[1] White C., Franco-Parades C. "Lepra en el siglo XXI", Clin. Microbiol Rev. 28:80-94.

[2] Organización Mundial de la Salud (OMS), "Weekly Epidemiological Record", nº 36, 10 de septiembre de 2021.

[3] OMS, Hacia la lepra cero: Estrategia mundial contra la lepra (enfermedad de Hansen) 2021-2030, 10.

[4] "Abandonando el estigma de la lepra", Ed., Lancet, Vol. 393, 2 de febrero de 2019.

[5] OMS, Mental Health of People with Neglected Tropical Diseases: Hacia un enfoque centrado en la persona, 5.

[6] Papa Francisco, Fratelli Tutti, 68.

[7] Papa Francisco, "Discurso a los enfermos de Huntington y a sus familias", 18 de mayo de 2017.

[8] Kabir S. y Khurana A., "Leprosy Stigma and the Relevance of Emergent Therapeutic Options", Indian J Med Res 151: 1-5, enero de 2020.

[9] Papa Francisco, Fratelli Tutti, 22.

 

Bollettino

31 enero 2022