En el corazón de una Siria devastada por la guerra, el proyecto “Foshet Sama – Espacio del Cielo” se esfuerza para devolver su lugar a la educación y la esperanza.
Esta iniciativa -que se dirige principalmente a niños, jóvenes y madres desplazadas, sin acceso a la enseñanza- fue fundada en 2012 en Alepo por Jina Achji, pedagoga y acompañante espiritual quien recibió su formación en la Universidad Saint-Joseph de Beirut.
La idea surgió desde los primeros estallidos del conflicto sirio. Se busca: reunir a jóvenes de diversas comunidades en un centro educativo y psicosocial, un verdadero refugio frente a la violencia y la desintegración social. Con el paso de los años, “Foshet Sama” se ha convertido en un modelo de convivencia intercomunitaria, ofreciendo una educación de calidad, apoyo psicológico y un marco estructurador a cientos de beneficiarios.
Durante estos años, el proyecto ha crecido significativamente: en 2012 hubo 75 estudiantes, mientras que en 2023 fueron más de 900, distribuidos en seis centros educativos (cinco en Alepo y otro en la ciudad de Hama). Todos con un mismo objetivo: crear vínculos, reconstruir puntos de referencia y preparar a una generación capaz de transmitir los valores de paz y resiliencia.
Además de los cursos académicos habituales, el centro ofrece una amplia gama de actividades: apoyo psicológico, formación en habilidades para la vida, programas de desarrollo personal, acompañamiento a las madres, talleres manuales, sensibilización medioambiental, entre otros. Cada beneficiario -niño, madre, universitario- encuentra un espacio para ser escuchado, intercambiar ideas y rehacerse. En particular en Hama, la apertura del centro fue apoyado por la Iglesia latina, en donde ha sido posible responder a una grande necesidad educativa en una ciudad aún más marcada por las divisiones.
El proyecto funciona gracias a un equipo comprometido: cinco responsables lideran la visión general, apoyados por un centenar de voluntarios: animadores psicosociales, profesores, coordinadores y hasta un asesor legal forman la base de un proyecto que se ha convertido en un punto de apoyo para muchas familias.
Durante su visita al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, la Sra. Achji explicó cómo estos centros educativos permiten a todos, grandes y pequeños, formarse en un ambiente "que les ayuda a desarrollarse verdaderamente, de forma libre, de una manera que les da la fuerza para afrontar la vida, para existir y también para construir la paz en la sociedad".
Asimismo, “Foshet Sama” ha podido expandirse gracias al apoyo desde 2016 de L’Œuvre d’Orient y en colaboración con las Iglesias maronita y latina, han podido adquirir un nuevo local para las clases preparatorias y organizar retiros espirituales y psicológicos para sus miembros.
La introducción de nuevas formaciones, como la inteligencia emocional, dan testimonio de una visión integral del desarrollo humano. Los resultados son tangibles: mujeres que recuperan la confianza, estudiantes que descubren su potencial, familias que recuperan el diálogo y la serenidad. Una madre de familia compartía recientemente: “Gracias a los encuentros, aprendí a no ver más a mis hijos como la causa de mi cansancio, sino como personas a las que amar”.
De este modo, en una Siria en crisis, “Espacio del Cielo” encarna la luz de un futuro posible. Este proyecto, enraizado en la fe, la escucha y la pedagogía, demuestra que incluso en medio del caos, pueden sembrarse semillas de esperanza y dar fruto.