Mensaje de felicitaciones para la Navidad de 2017

      Mensaje de felicitaciones para la Navidad de 2017

¡Queridos!

 

¡Dentro de unos días será Navidad otra vez! El Hijo de Dios que nace irrumpe en la Historia y la ilumina con un nuevo sentido, el Verbo de Dios que se hace carne ennoblece al hombre y lo salva liberándolo de las tinieblas del pecado.

 

Con este mensaje de felicitaciones (de mi parte y del nuevo Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral) quisiera recordaros que la Navidad trae consigo, sobre todo, un mensaje de esperanza, la invitación a reconocer la presencia salvífica de Dios entre los pliegues de nuestra vida, por muy dolorosa que a veces pueda ser. Un Dios que se hace hombre y comparte con el hombre su humanidad, sus dolores y sus alegrías.

 

Y la Navidad, al mismo tiempo nos ilumina el camino. Contemplemos el pesebre: Cristo eligió nacer pobre, pasando frío, en un pesebre, de padres que huyen de la persecución de los poderosos y buscan refugio lejos de su tierra y de su casa, y elige esta condición, invitándonos a hacer lo mismo, privilegiando a los pobres, los marginados, los prófugos y los refugiados, los enfermos, los ancianos, las mujeres maltratadas, y todos los que sufren o son víctimas de la injusticia, como la trata de personas, la esclavitud y las numerosas soledades que sofocan el alma. Jesús, que nació en el humilde portal de Belén, nos invita a buscar allí de manera privilegiada su Rostro, porque de esta nada surge la luz de la gloria de Dios.

 

En estas Navidades, nuestras oraciones van especialmente dirigidas a todas las personas obligadas a dejar su tierra y su familia a causa de las guerras, la pobreza y el cambio climático, a los pobres que encontramos en la calle y a quienes, debido a las vicisitudes de la vida, han perdido hogar y seguridades, a quienes no tienen trabajo o están solos, a los enfermos y especialmente a los más pobres que no tienen acceso a los cuidados básicos y a la asistencia.

 

Aceptemos, por tanto, la invitación del Papa Francisco, quien nos dice que “Ante una cultura de la indiferencia, que con frecuencia termina por ser despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la oración”, en la certeza de que Cristo es la verdad que buscamos y necesitamos. ¡Y Él se deja encontrar, justo en Navidad, por quienes que lo buscan con un corazón sincero!

 

¡Feliz Navidad a todos!

21 diciembre 2017