La Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, en comunión con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), convocó a este espacio de discernimiento eclesial que reunió a más de 100 agentes de pastoral, entre ellos, representantes de las 64 Casas del Migrante y Albergues del país, equipos diocesanos de pastoral de movilidad humana, congregaciones religiosas, instituciones aliadas y personas comprometidas con la defensa de la dignidad humana en la pastoral de la movilidad humana.
Este encuentro se enmarcó en el Año Jubilar de la Esperanza y en el proceso sinodal que vive la Iglesia, “reconociendo a los migrantes y refugiados como misioneros de esperanza que nos interpelan desde sus caminos de dolor, fe y resiliencia”.
En su intervención, el Card. Fabio Baggio se inspiró en el Mensaje del Papa León XIV para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 20225 y animó a los participantes a restaurar la esperanza; a fortalecer las motivaciones del servicio que prestan; a invertir en la información y la formación de los migrantes y de los agentes pastorales; y a vivir con confianza y valentía la dimensión profética de la Iglesia hoy.
Por su parte, Mons. Eugenio Lira Rugarcía, Obispo de Matamoros-Reynosa y Responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, invitó a los presentes a seguir caminando juntos en la misión que Dios ha confiado a todos los bautizados, iluminados por su Palabra, por la liturgia, por la oración y por el servicio al prójimo, teniendo como guía la Exhortación Apostólica Dilexi te del Papa León XIV y el Proyecto Global de Pastoral de la Conferencia del Episcopado Mexicano, alentados por el 2000 Acontecimiento Redentor de Nuestro Señor Jesucristo y los 500 años del Encuentro de Santa María de Guadalupe.
El encuentro tuvo como objetivo general la “animación a los agentes de pastoral, para que, a ejemplo de Jesucristo, sigan siendo buenos samaritanos en el camino de la esperanza”.
Para ello, los organizadores invitaron a "reconocer la espiritualidad del agente de pastoral, alimentada por la Palabra de Dios, la relación con el Espíritu Santo y el ejemplo de María” y a “mantener el compromiso en las vertientes de migrantes, refugiados, turismo, prevención de la trata, apostolado del mar y estudiantes internacionales”.
La celebración diaria de la Eucaristía fue el centro de este Encuentro. Así, procurando escuchar al Señor, los agentes de pastoral tuvieron la oportunidad de escucharse unos a otros, dialogar, convivir y compartir, a fin de discernir juntos dos cuestiones fundamentales: ¿Qué desea el Espíritu Santo para la Pastoral de Movilidad Humana en México? ¿Cómo responder, como Iglesia, al clamor de quienes migran con fe, dolor y esperanza?
En la Misa de conclusión del XXIII Encuentro Nacional de Pastoral de Movilidad Humana, se animó a los agentes a no caer en la mundanidad del egoísmo, la negatividad, el protagonismo o la polarización, sino a mantenerse en la “azotea” de la fe, la esperanza y el amor.